¿Qué está pasando con la niñez?

¿Qué está pasando con la niñez?

Las puertas de sus escuelas se cerraron, las tardes de sol en el parque del barrio se volvieron recuerdos. Los amigos y amigas se alejaron, las aulas se reemplazaron por salas de Zoom. Las niñas y los niños dejaron de compartir espacios, intercambiar juegos para encerrarse en sus casas, sin contacto externo.  

Cientos de menores de edad se han visto afectados por la pandemia. Su mundo dejó de ser el mismo, pero ¿Qué sabemos realmente de sus sentimientos? ¿Qué piensan los niños y niñas de la pandemia? ¿Cómo ha afecto la crisis sanitaria su salud mental? ¿Quiénes los están escuchando y qué estamos haciendo para cuidarlos? ¿Qué está pasando con la niñez?  

Hoy en el Día del Niño y la Niña intentamos responder estas preguntas y lo hacemos escuchándolos, porque también tienen mucho que decir.   

 

”“Hay una nueva pandemia que es la depresión”

Andrea Morales es psicóloga educativa, especialista en diagnóstico intelectual y máster en desarrollo de la inteligencia y educación. Hace 12 años fundó Los Girasoles, un centro psicopedagógico que lleva 12 años atendiendo a niños, niñas, adolescentes y adultos en el área de psicología clínica, familiar, educativa, neuropsicología, estimulación temprana y fonoaudiología. Atiende también a niños con alertas en el desarrollo, en el aprendizaje o con trastornos en el estado de ánimo, psicológicos y situaciones familiares.

Conversamos con ella para conocer cómo la pandemia modificó la realidad de los y las niñas.

 

En su experiencia, ¿cuáles han sido los cambios más drásticos que ha notado desde que llegó la pandemia?

En la primera infancia, en el área de estimulación temprana hemos tenido particularmente una mayor demanda de las familias que observan que los niños tienen menores habilidades; por ejemplo, en el lenguaje y en el área social. Hay muchas más consultas sobre posibilidades de autismo, coincide que vienen niños de un año y medio y dos años, que la mitad de su vida no han tenido contacto con niños de su edad. Obviamente, por la pandemia no ven a sus primos, no asisten a centros educativos, no han tenido experiencias a nivel social. Los padres con teletrabajo y los niños pequeños en casa sin tener mayor alternativa, se pasan jornadas enteras frente a las pantallas y eso desgasta el lenguaje de los niños. Hay mucha más incidencia que hace dos años, cuando veíamos a niños pequeños con retraso en el lenguaje y con estas alertas de desarrollo. Ahora se empiezan a agudizar.

Los casos sobre retrasos en el lenguaje, los motivos de consulta por niños que no hablan, han aumentado.

Otro  motivo de consulta que ha aumentado tiene que ver con retrasos en la lectoescritura de estudiantes que están en segundo y tercero de básica. Usualmente, había un porcentaje de un 2 o 3 % de niños por aula con algún tipo de dificultad y que tienen un proceso de aprendizaje más lento, ahora es mucho mayor, tenemos mayor cantidad de chicos que ya terminaron segundo de básica y ahora están en tercero y no saben leer, ni escribir y están viniendo a la consulta para que re eduquemos.  

Eso en cuanto a la parte educativa, pero ¿qué pasa con la salud mental de los y las niñas?

También existe una mayor demanda en los cuadros de ansiedad de los chicos. Tienen, por ejemplo, temor nocturno, hay niños que no pueden dormir sólos o empezaron a comerse las uñas. Están agotados de estar frente a la pantalla. Todo esto ha afectado también la dinámica familiar. 

La salud mental es siempre la última rueda del coche, es invisible y no solo ahora, desde antes los niveles de depresión por diferentes cuestiones como la laboral, afectan principalmente a los niños, que son los que vienen a terapia porque, por ejemplo: el niño no duerme y al final resulta que hay que trabajar en la ansiedad de los padres primero.

 

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¿Qué pueden hacer los papás para evitar estos cuadros?

Nuestras expectativas como padres es que nuestros hijos tengan buenas notas, a que no pasen tanto tiempo conectados, pero la realidad es diferente, estamos pasando por un periodo atípico y nuestras propias expectativas deben variar en el sentido de que debemos precautelar la integridad emocional de los niños porque también presionamos a los chicos y nos desconectamos emocionalmente. Lo primero es cuidar ese vínculo y conexión sana, priorizando la estabilidad emocional y entender que es una situación atípica a nivel mundial y ni siquiera hay registros de cómo afrontarlo, pero lo que sí sabemos es que debemos cuidar la salud mental de la niñez.

Entonces, sí es importante que nuestras expectativas sean realistas, que vayamos paso a paso. Pasa mucho que los padres no están conformes y pasa mucho que los chicos manifiestan el rechazo hacia sus padres, entonces otra recomendación sería una comunicación afectiva, a pesar de estar en la peor situación ya sea educativa o de estrés, siempre tiene que haber esa expectativa y esa parte de cuidar el vínculo. 

¿Hay niños que han dejado de ir a consulta durante esta pandemia?

Claro que sí, siquiera un 50 % de niños dejaron los servicios de apoyo, por la parte económica, claro; y luego de un año empiezan a retomar y obviamente es complicado.

 

¿Eso implica retrocesos para los niños que ya venían con un proceso?

Todos los niños que tienen una condición en su desarrollo, con retraso o discapacidad, que estaban en un proceso se cortan, es volver a empezar.

 

Desde su experiencia, ¿quiénes son los niños y niñas más afectados por la pandemia?

Los chicos que están dentro del espectro autista. Ellos necesitan terapias presenciales, necesitan socializar, se han visto super afectados y también pienso que todos los niños y adolescentes después de un año y tres meses de estar encerrados tienen alguna afectación.

¿Cree que las diferentes instituciones han contemplado algún plan sobre salud mental?

No, la salud mental es algo que queda pendiente. No se ven políticas públicas claras para precautelar la salud mental de los chicos, hasta el punto de que los psicólogos de las mismas instituciones educativas no fueron beneficiarios de las vacunas porque se asumía que no eran de primera línea. Incluso, no hay suficientes centros de apoyo para atender a nivel público. Hay una nueva pandemia que es de depresión y de todos los trastornos psicológicos y psiquiátricos que deja el covid-19.

 

 

 

¿Esto tiene un efecto a largo plazo? ¿Qué va a pasar con los niños?

No hay un solo niño o niña que se haya consultado en las aulas, que no haya sufrido algún malestar emocional debido a lo que estamos atravesando, ya sea por las tareas, por el encierro o por otras razones, pero todos afirman de alguna manera ya sentirse emocionalmente mal tras todo lo que estamos pasando. Es necesario que se atienda, es necesario que se multiplique la oferta de cuidado y atención a la salud mental a los niños y niñas, que siempre hasta antes de la pandemia ha sido muy limitado, muy escaso, no se cubre para nada con las necesidades que se tiene en el área de salud mental, es mínima la atención que existe en salud mental.

 

¿De qué manera se puede entender que la salud mental trasciende a todo lo que realizamos?

La salud mental es tan importante como la salud física, si una persona no está bien psicológicamente o equilibrado, todas sus dimensiones en la vida tanto en la parte del trabajo de estudio  o de familia, es decir, si no estamos bien emocionalmente, para ofrecer algo a otro debemos estar bien nosotros, entonces las dificultades y secuelas que vienen de la falta de atención en salud mental son evidentes, los cuadros de suicidio, de depresión duplican el número de muertes incluso de las del covid. Se puede ver que ha aumentado el consumo de fármacos en la parte de depresión en Estados Unidos, se ha duplicado o triplicado porque si uno no está bien emocionalmente no se puede hacer nada.

 

 

Los profesionales en salud mental no han sido considerados como primera línea en el país a pesar de que han aumentado las afecciones en la misma, y a pesar de que los profesionales de la salud mental no han dejado de atender. Andrea Morales lideró en la ciudad de Cuenca una iniciativa para que quienes trabajan en esta área puedan ser vacunados,luego de golpear varias puertas logró que se acoja su petición y convocó a Psicólogos, Fonoaudiológos, Terapistas ocupacionales y Terapistas físicos  a sumarse y recibir la vacuna. 

Aquí te dejamos una guía con recomendaciones para cuidadores y cuidadores sobre salud mental. 

 

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