Guillermo Lasso, un presidente con débil apoyo popular y poco respaldo político

Guillermo Lasso, un presidente con débil apoyo popular y poco respaldo político

Guillermo Lasso llega este 24 de mayo a su posesión como un presidente débil, sobre todo por dos razones: un bajo porcentaje de votos totales y una bancada legislativa muy pequeña.
Lasso, candidato del movimiento CREO, ganó la Presidencia del Ecuador con el menor porcentaje de votos totales (con relación al número de sufragantes) en los últimos 42 años, desde que, en 1979, se desarrolló la segunda vuelta para elegir autoridades nacionales luego de casi una década de dictaduras.
Tan bajo es el apoyo de Lasso, según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), que fue elegido presidente con menos votos de los que obtuvo en el 2017, cuando perdió ante Lenín Moreno.

Lasso obtuvo en segunda vuelta el apoyo del 43 % de los sufragantes, la cifra más baja desde 1979.
La más alta fue la de Jaime Roldós, en 1979, con el 60,97 % de votos totales.

La primera vuelta

El resultado de Lasso también fue malo en la primera vuelta de las Elecciones del 2021. El 7 de febrero, el presidente electo recibió el respaldo del 17,24 % de los votantes. También la cifra más baja de las últimas cuatro décadas.

La más alta fue la de Rafael Correa, en el 2013, con el 51,96 %.

El salto porcentual de la votación de primera a segunda vuelta en estas elecciones, que es el más grande en 42 años, revela algo preocupante: solamente el 17,24 % de votantes escogió a Lasso como su primera opción.

El peor resultado de Lasso

Todavía peor: Lasso recibió en el 2021 la menor votación de las tres elecciones en las que ha participado. Alcanzó 1.830.172 votos en primera vuelta y 4.656.426 en segunda vuelta, ambas son cifras más bajas que las de sus participaciones anteriores.

En primera vuelta del 2013 Lasso logró 1.951.102 votos, en 2017 fueron 2.652.403 y en 2021 llegó a apenas 1.830.172 (120.930 votos menos que en el 2013).
En segunda vuelta del 2017 (cuando perdió), Lasso alcanzó 4.833.389 votos y en 2021 4.656.426 (176.963 votos menos).
Eso significa que no tuvo más apoyo, a pesar de que el registro electoral fue mayor (de 12.816.698 a 13.107.457 inscritos), sino que su rival, Andrés Arauz (UNES), obtuvo todavía menos.

El voto nulo es el responsable

¿A qué se debe la baja votación de Lasso? La principal razón es el nulo. En los comicios de este año hubo el mayor porcentaje de votos anulados (16,26 %) en estas cuatro décadas. Sumados a los blancos (1,61 %), los votos invalidados llegan a 17,87 %.
Antes de este año, el porcentaje más alto fue el de 1988 (12,79 %).

El nulo produjo algo más. Por primera vez desde el fin de la última dictadura, los votos válidos (sin nulos y blancos) bajaron en segunda vuelta. Siempre subía el número de sufragantes (igual ahora) y el de votos válidos, pero el 11 de abril hubo 379.382 votos válidos menos que el 7 de febrero.

Bancada legislativa pequeña

Además del apoyo popular, Lasso llega con poco apoyo político. Su bancada (12 asambleístas) representa solamente el 8,76 % del Legislativo.
Es el segundo bloque de gobierno más pequeño luego del de Lucio Gutiérrez, sin contar con el 2006, cuando el movimiento político de Rafael Correa no presentó candidatos al Congreso.
El número de asambleístas del movimiento CREO en el año 2021 ni siquiera alcanza a formar un bloque por sí mismo, porque se necesita al menos 14 asambleístas.

El grupo legislativo del nuevo gobierno es el quinto por número de asambleístas. Además, sólo en dos ocasiones hubo bancadas que superaron el 50 % de la Asamblea, es decir, que tenían por sí mismas los votos suficientes para alcanzar la mayoría absoluta. Eso fue en el 2013 y en el 2017.

La bancada de CREO, además, se pegó un tiro en el pie. Ya no cuenta con su aliado natural, el PSC, y logró una alianza con asambleístas independientes y agrupaciones con poca representación, que suman 13 delegados. También mantiene, con altibajos, el acuerdo con Pachakútik y la Izquierda Democrática. Así alcazan una mayoría al límite, de 70 a 71 votos (la mayoría es de 70).
La pregunta es: Cuando estos acuerdos fallen, ¿dónde estará el apoyo popular?

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