Paro Nacional. Las periodistas.
Por Gabriela Ruiz Agila
@GabyRuizMx
—Vaya por Dios. ¡Exponerse a la asfixia del gas lacrimógeno y al toletazo!
Tiene un nombre medio hippie: Gianna Benalcázar, Sarita Hidalgo,Yadira Trujillo, Karen Toro, Samantha Ga, AnaLuisa, “Issa”, “Janet”, “Kim”. Da-nie-li-ta. Karla.
—¡Imprudentes! ¡Andariegas! ¡Carishinas! Bien merecido tienen lo que les pase por no estar en su casa como buenas mujercitas.
Una mujer con un pañuelo verde en la cabeza. Otra mujer con un pañuelo verde en la muñeca izquierda. Dos desconocidas.
—¡Qué necesidad tenía de meterse en ese infierno! ¡Están aquí por noveleras! Haciendo fotos y grabando a la gente para el Facebook.
¡Será un negocio entre mujeres! ¡Un secretito entre nosotras dos!
—¿Qué edad tienen? ¿Está casada? ¿Tiene hijos?
Las Gabys de mi generación firman sus textos con los apellidos de su madre.
—¿Ve? Si yo tuviera su edad, me preocuparía por encontrar un buen marido que me cuide. Y claro, debería pronto tener hijos.
La periodista Sandra Ochoa Naula falleció en 2017 en Cuenca a sus 43 años. Recibió el Premio Jorge Mantilla en 2005 por su reportaje “Por la puerta trasera hacia Estados Unidos: un feroz viaje de inmigrantes en el mar” que se publicó en The New York Times. Sandra vivió el periplo que realizan los migrantes por barco para alcanzar el sueño americano.
—¡Mal ejemplo es lo que son! ¡Váyanse a sus casas! ¡Este no es lugar para una mujer!
— ¡No, señora! —Con cara de hastío. Este es mi trabajo. Esto es lo mejor que sé hacer.
En las calles Mejía y Juan José Flores, un grupo de policías espera instrucciones para contener a los manifestantes. Las jornadas de #ParoNacional se desencadenaron en protesta a las medias económicas que el Gobierno puso en marcha desde el 01 de octubre.
— No había visto tanta represión de la Policía desde que cayó el presidente Lucio Gutiérrez en 2005. —Gianna que afina su fuerza a través del crisol de lente de largo alcance.
La policía antimotines ecuatoriana ha sido entrenada en Francia y España en los noventas. Los Forajidos (nombre que identificó a los manifestantes) padecieron cuadros de asfixia y un periodista chileno muerto producto de los enfrentamientos.
—Una vez que llegamos a San Blas, cerca del puente del Mercado Central, sentí que entrábamos a una boca de lobo. —Nunca resignada frente al ataque del mundo escucho a Karen relatarse.
En el gobierno de León Febres Cordero (1984-1988) la policía se llama entonces “antisubversiva”. Hoy tiene el nombre de Unidad de mantenimiento de Orden (UMO) y usan un equipo similar: bastones o toletes, escudos antidisturbios y escopetas adaptadas para disparar balas de goma y gas lacrimógeno. Armadura y casco. Algunos policías tapan sus caras para proteger su identidad con máscaras antigás o pasamontañas. Hay la posibilidad de usar gas pimienta, armas de electrochoque, proyectiles no letales, agentes químicos.
—Ya no puedo correr como antes. Me duele la herida de mi cesárea. Estoy cansada y no me resigno. —Confiesa esta cronista que tembló cuando casi la asfixian las bombas vomitivas en las jornadas de abril de 2005.
Nuestras historias se publican en la prensa, ¿qué pasa con nuestros miedos?
La violencia podrá variar en el uso de instrumentos de tortura: sierra, pera oral, rueda para despedazar, cuna de judas, desgarrador de senos, doncella de hierro, potro, silla de interrogatorio, por mencionar métodos de tortura medievales. Pero el mecanismo que la activa siempre es el mismo: el poder.
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Investigadora en prensa, estudios migratorios y derechos humanos. Ha colaborado como articulista y cronista para diversos medios impresos y digitales del país. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Eugenio Espejo; segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía Ismael Pérez Pazmiño; entre otros. Madame Ho en literatura.