La sonrisa de Tarquino Orellana

Los candidatos a la alcaldía de Cuenca, que este año batieron record al ser 13 postulantes, dieron una entrevista a La Andariega.  La idea fue escuchar propuestas, hacer preguntas sobre las mismas y sobre temas importantes para la sociedad. Los políticos saben muy bien cómo presentarse ante las cámaras y cómo actuar en los medios de comunicación, tienen asesores y comunicadores que les preparan perfectamente para eso. Pero, ¿qué pasa tras cámaras? Aquí les contamos cómo son los candidatos cuando la cámara no está rodando.

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                                                                  Por: Adrián Neira

El candidato a la alcaldía de Cuenca por el movimiento Concertación, llegó puntual a la entrevista. Calmado y sin molestarse, esperó más de 20 minutos porque el diálogo anterior con otro de los candidatos se prolongó. El equipo de producción sentía preocupación de que se fuera del lugar debido al retraso, pero Tarquino Orellana nunca reclamó por la demora.

Llegó acompañado por una persona, esta le tomaba fotos con su celular, le pedía que levantara más la cabeza y que tuviera una posición recta. Tarquino llevaba una camisa celeste con una franja de los colores de la bandera de Cuenca en la parte superior de su bolsillo.

No se mostró nervioso, mantenía una sonrisa que parecía natural. La mostró a cada momento, en su cara también se notaba algo de cansancio. Llegaron otras personas que lo acompañaban, pero no subieron al set, solo lo observaron desde una de las mesas que está alrededor.

La entrevista comenzó y Tarquino parecía sentirse cómodo. De tanto en tanto hacía silencios largos, pensaba las respuestas y luego, con un tono amigable, las compartía. Nunca se exaltó, siempre mantuvo la compostura. En los cortes entre segmentos bromeaba con los entrevistadores o con el equipo de producción, siempre manteniendo esa sonrisa que hoy vemos en algunos carteles que cuelgan por la ciudad.

Incluso en las preguntas difíciles, Tarquino no se acaloró ni se irritó, siempre se mantuvo tranquilo y cordial en sus respuestas. Habló de sus años como concejal de la ciudad y recordó que formó parte de la comisión que redactó la Constitución de 2008.

La entrevista terminó y Tarquino Orellana felicitó la iniciativa, se levantó, se despidió y se fue. Eso sí, nunca dejo que esa sonrisa que lo acompaña a toda hora y todo lugar, se borrara de su rostro cansado.

 

Un comentario en «La sonrisa de Tarquino Orellana»

  • el 21 febrero, 2019 a las 4:16 pm
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    Unos de los problemas fundamentales del cantón Cuenca, es que todos los procesos de planificación urbano, arquitectónico están divorciados del ordenamiento territorial. Donde las direcciones de planificación, de avalúos y catastros, de control municipal y la asesoría jurídica, andan cada una por su lado, donde los profesionales vinculados a la planificación urbana y arquitectónica, tenemos que pasar un «calvario», por los diferentes criterios que tienen los profesionales, frente a un mismo tema; a eso se suma, la deficiente experiencia que estos tienen en la gestión del territorio, esa ineficiencia se suma que la máxima autoridad, NO TIENE idea o no le importa actualizar una Ordenanza del Plan de Ordenamiento Territorial que está vigente desde 1998; y, lo peor sigue gastando miles de dólares en consultorías que no son aplicables; como es el caso del Plan de movilidad. Espero que sobre estos temas los señores candidatos formulen su propuestas que deben ser ejecutadas de manera INMEDIATA.

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